El recorte presupuestario, especialmente en materia social, anunciado para 2011 dejará herida de gravedad a instituciones como Cáritas Diocesana, cuyo director en Tenerife, Leonardo Ruiz del Castillo, sólo pudo expresarse ayer en términos catastróficos y vaticinó incluso el cierre de alguno de los centros de acogida de inmigrantes que gestiona esta emblemática institución benéfica.
"Desde Madrid se anuncia un recorte de la partida de ayuda a los inmigrantes de un 65 por ciento. Si es así tendremos que cerrar uno de los dos centros de acogida, ya sea el de Santa Cruz o el de Granadilla", explicó Leonardo Ruiz. "No podemos ser optimistas. Si los recortes son esos tendremos que tomar medidas drásticas", agregó.
El director de Cáritas destacó la implicación del Ayuntamiento capitalino con la puesta en funcionamiento de diferentes pisos de acogida y la remodelación del Albergue municipal. Pero todo esto es insuficiente, ya que las peticiones de ayuda social aumentarán a todos los niveles, según las previsiones del propio Consistorio. "La demanda seguirá aumentando. Mucha gente que ahora cobra el desempleo terminará cobrando los 420 euros de ayuda, y con esto no podrá vivir sin acudir a la beneficencia", argumentó.
"Actualmente atendemos a 19.000 familias, es decir, algo más de 35.000 personas", dijo. Recordó que aún existen entre 250 y 300 -un 50 por ciento son inmigrantes- personas en situación de indigencia en el área metropolitana, 150 de las cuales no tienen sitio en el Albergue y tienen que dormir en la calle. Una cifra que "se mantiene estable. Sólo en la zona de la avenida Tres de Mayo, Tomé Cano y pabellón Pancho Camurria -justo al lado del Albergue- hay entre 50 y 60 personas sin techo", explicó.
"Desde Madrid se anuncia un recorte de la partida de ayuda a los inmigrantes de un 65 por ciento. Si es así tendremos que cerrar uno de los dos centros de acogida, ya sea el de Santa Cruz o el de Granadilla", explicó Leonardo Ruiz. "No podemos ser optimistas. Si los recortes son esos tendremos que tomar medidas drásticas", agregó.
El director de Cáritas destacó la implicación del Ayuntamiento capitalino con la puesta en funcionamiento de diferentes pisos de acogida y la remodelación del Albergue municipal. Pero todo esto es insuficiente, ya que las peticiones de ayuda social aumentarán a todos los niveles, según las previsiones del propio Consistorio. "La demanda seguirá aumentando. Mucha gente que ahora cobra el desempleo terminará cobrando los 420 euros de ayuda, y con esto no podrá vivir sin acudir a la beneficencia", argumentó.
"Actualmente atendemos a 19.000 familias, es decir, algo más de 35.000 personas", dijo. Recordó que aún existen entre 250 y 300 -un 50 por ciento son inmigrantes- personas en situación de indigencia en el área metropolitana, 150 de las cuales no tienen sitio en el Albergue y tienen que dormir en la calle. Una cifra que "se mantiene estable. Sólo en la zona de la avenida Tres de Mayo, Tomé Cano y pabellón Pancho Camurria -justo al lado del Albergue- hay entre 50 y 60 personas sin techo", explicó.
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