El director general de Extranjería e Inmigración del Ministerio del Interior, Manuel Pérez Gómez, en sustitución del delegado del Gobierno para Extranjería e Inmigración, Enrique Fernández Miranda, trató ayer el tema de la política
de inmigración en España en el marco de la Unión Europea en los Cursos de Verano de El Escorial.
En su intervención, Manuel Pérez, destacó que la política de inmigración española no es una política de «puertas cerradas» como tampoco la política de inmigración europea es una política de «europa-fortaleza». Como prueba evidente de ello, señaló que en este momento en España residen legalmente 1.300.000 inmigrantes mientras que hace seis años la cifra no superaba el medio millón.
Admisión legal
«Esa dinámica es por la que apuesta la política gubernamental de seguir potenciando la admisión legal de personas, bien como trabajadores, bien como familiares de residentes legales», manifestó el director general de Extranjería que subrayó además, la firmeza por la lucha decidida contra la inmigración ilegal por parte del Gobierno, así como, la no protección de esa inmigración ilegal «que rompería el equilibrio que debe existir en lo que se entiende como una política coherente de inmigración».
En un breve repaso a la recién finalizada etapa de la presidencia española en la UE, Manuel Pérez resaltó los logros del gobierno español en materia de inmigración. La más importante, la aprobación de un Plan de Gestión Integral de Fronteras Exteriores como apoyo importante en el reforzamiento de los controles en las fronteras necesario para la lucha contra el tráfico de seres humanos, que fue aprobado en junio en Consejo de Ministros y que se llevará a la práctica la próxima semana.
En líneas generales, Pérez, subrayó que la presidencia española de la UE había dado unos resultados óptimos, como quedó reflejado y ratificado en las conclusiones del Consejo Europeo de Sevilla.
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