Una minoría creciente de jóvenes españoles no oculta su simpatía por formaciones de corte racista a las que no negaría su voto. La gran mayoría de nuestra juventud (86%) desaprueba las
acciones de los grupos racistas o xenófobos, y más de dos tercios (73%) considera que estos grupos tendrían «poca o ninguna» aceptación en nuestra sociedad. Hasta un 80% de los jóvenes dice que no votaría a un grupo político de ideología racista, pero, paradójicamente, hay un 14% de los jóvenes que sí votaría a estas formaciones. Este porcentaje era del 11% en 2002, lo que significa que esta minoría joven y xenófoba ha crecido tres puntos en apenas seis años.
Son datos del último estudio del Instituto de la Juventud (INJUVE) sobre la inmigración, aunque su director, Gabriel Alconchel, destaca que este porcentaje de jóvenes racistas «ex extremadamente bajo en comparación con otros países europeos».
Estima que el aumento de tres puntos en la minoría racista «no es alarmante», pero reconoce que «trataremos de contrarrestarlo con campañas en centros escolares».
El INJUVE pulsó a mediados del 2008 la opinión de los jóvenes españoles entre 15 y 29 año sobre la inmigración. Concluyó que a pesar de este repunte minoritario del racismo, los jóvenes españoles perciben cada vez más mayoritaria y positivamente el fenómeno de la inmigración. Alconchel reconocía que ahora, con lo más duro de la crisis encima, los resultados podrían variar «y acusar un mayor rechazo a la inmigración por el aumento del paro».
Si en 1997, con apenas 600.000 inmigrantes, sólo un 28% de la juventud española percibía la inmigración como algo positivo, una década después, con 5,3 millones de inmigrantes, este porcentaje es del 48%. El indicador mejora veinte puntos y está dos por encima del 46% de la población española en general que manifiesta una percepción positiva de la inmigración. Por contra, un 25% de los jóvenes ven la inmigración como algo negativo.
Frente al 49% de jóvenes que percibe sólo ventajas en la inmigración, un 44% percibe los inconvenientes y un 9% no tiene opinión. Entre los jóvenes que perciben los inconvenientes, el 31% estima que los inmigrantes «quitan puestos de trabajo» y un 23% cree que «provocan delincuencia y problemas de seguridad ciudadana».
Un 64% de los jóvenes considera positiva para la sociedad la diversidad cultural, racial y religiosa asociada a la inmigración, frente al 17% que la considera negativa. Un 51% de la juventud estima que los inmigrantes deberían poder mantener aquí los aspectos de sus culturas «no conflictivos con las leyes», mientras que un 29% de los jóvenes dice que deberían mantener los aspectos de su cultura «que no molesten a los españoles» y un 17 % que debería hacerlo «sin ningún tipo de restricciones».
Trato negativo
La mayoría de los jóvenes (58%) tienen la percepción de que el trato de la sociedad hacia los inmigrantes «es negativo», un porcentaje que se eleva al 70% entre la población en general. Sólo el 21% de los jóvenes percibe ese trato como «positivo», frente al 15% de los españoles adultos que tiene esta percepción.
Aunque la visión de los jóvenes es «en general positiva», según Alcobchel, no es real, ya que creen que en España hay más inmigrantes de los que realmente son. Los jóvenes estiman que en nuestro país hay 26 personas extranjeras por casa 100 habitantes, cuando la estadística constata que eran sólo un 11% el primero de enero de 2008. Como quiera que los jóvenes creen que hay un 15% más de inmigrantes, no es extraño que hasta un 68% juzgue «excesivo» el número de inmigrantes, frente al 26% que lo estima «adecuado» y un 1% «escaso».
La tolerancia expresa de la mayoría de los jóvenes hacia la inmigración se traduce en la práctica en que no les importaría convivir en su vecindario (77%) o en su bloque (73%) con extranjeros y en que tampoco muestren inconvenientes en sus relaciones laborales (81%), ni en las relaciones de sus hijos con inmigrantes (81%). En el polo opuesto, el 19% declara que evitaría vivir en un barrio con inmigrantes y un 22% evitaría hacerlo en el mismo bloque. Un 37% rechaza alquilar un piso a inmigrantes, un 19% no trabajaría con ellos y un 11 % no querría que sus hijos se relacionaran con inmigrantes.
Unas relaciones que se dan con más facilidad en el entorno sociolaboral de las grandes ciudades Siete de cada diez jóvenes (69%) tiene entre su grupo de amigos algún inmigrante, en especial de nacionalidad marroquí, colombiana ecuatoriana o argentina. Seis de cada diez jóvenes (63%) se relaciona con inmigrantes en su puesto de trabajo o en sus estudios.
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