La canciller Angela Merkel exigió hoy, en la cuarta Cumbre de la Integración que se celebra en Alemania, que se impongan objetivos claros para poder garantizar la rápida adaptación de los inmigrantes en el país.
En opinión de la líder democristiana es imprescindible imponer metas claras y supervisar frecuentemente las medidas adoptadas.
Así lo dijo hoy miércoles en la cumbre de Berlín, que tuvo lugar en la Cancillería y reunió a más de 120 personas entre ministros, jefes de gobiernos regionales y representantes de organizaciones de minorías sociales, de inmigrantes y del sector económico, entre otros.
En un plazo de cinco a siete años, por ejemplo, se debería poder ofrecercursos de integración a los cerca de 1,8 millones de personas interesadas en ello, defendió Merkel, recalcando que Alemania tiene que hacer "lo que descuidó durante 30 años".
En la actualidad, 700.000 personas participan en cursos de integración, más de la mitad de las cuales lo hacen de forma voluntaria.
Merkel hizo hincapié en que la integración exige "un largo viaje que en Alemania aún no ha terminado" y pidió un esfuerzo a los estados federados para que sean ellos, a nivel regional, los que ayuden a mejorar la adaptación de inmigrantes.
Maria Böhmer, responsable de asuntos de integración del Gobierno alemán de centroderecha, anunció al término del encuentro, que los 'Länder' prometieron hacer todo lo posible por reducir el porcentaje de menores extranjeros que abandonan la escuela hasta el mismo nivel que el de los alemanes.
El porcentaje actual en Alemania es del 13 por ciento entre los menores procedentes de familias inmigrantes y del 7 por ciento entre los niños y jóvenes alemanes.
La cumbre, que tuvo lugar en medio de un fuerte debate sobre la integración de musulmanes y la capacidad de éxito del multiculturalismo, se centró sobre todo en las carencias de educación y las dificultades para integrarse en el mercado laboral de muchos inmigrantes.
Alemania, un país en el que según la Oficina Federal de Estadísticasviven 16 millones de personas "de trasfondo inmigrante", es decir, cerca del 20 por ciento de la población, tiene que haber aprobado en el plazo de un año un nuevo plan de integración.
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