El PSC prefiere llamarlos "focos de inmigración excluida", pero el común de los votantes los conocerán como guetos. Evitarlos es un objetivo común de las fuerzas políticas que aspiran a entrar en el Parlament. Las estrategias para lograrlo son diversas.
PSC, CiU y PP capitalizan esta lucha.
Los socialistas dedican la mayor parte de sus propuestas en inmigración a la erradicación de este fenómeno de concentración. Evitar los núcleos de infraviviendas es el centro de la política que pretende desarrollar en los próximos cuatro años si gobierna. La ya mencionada modificación de los criterios de empadronamiento, una mejora del urbanismo que no propicie la pervivencia de pisos con propensión a acoger este tipo de viviendas alegales...
CiU añade una propuesta muy reclamada por los consistorios y las policías locales, dotar a los ayuntamientos y la Generalitat de las herramientas jurídicas necesarias para inspeccionar las viviendas y sancionar a los propietarios en caso de que estén sobreocupadas.
El PP también trabajará para que la inviolabilidad del domicilio deje de servir de cobertura para albergar un gran número de personas en una sola vivienda y a la hora de conceder el padrón controlará que el solicitante no habite en un piso sobreocupado.
Los 'populares' prometen ser especialmente beligerantes contra otro de los fenómenos que caracterizan las zonas de alta concentración de extranjeros: el comercio irrespetuoso con la normativa. Los de Alicia Sánchez-Camacho se comprometen a luchar decididamente contra la "competencia desleal" que ejercen al no respetar las normas comerciales vigentes. El PSC dice querer promulgar lo mismo evitando situaciones muy ligadas a estos núcleos como los matrimonios forzados, la explotación sexual o la ablación, sobre los que dice ejercerá más control.
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