EL gobierno italiano anunció ayer que busca introducir una especie de permiso de residencia por puntos para los inmigrantes, para que no sean expulsados, y que éste se conseguirá mediante exámenes orales de italiano y de conocimiento de la Constitución de ese país, según lo informó Roberto Maroni, ministro del interior.
La medida prevé que se renueve el permiso de residencia sólo a los inmigrantes que alcancen 30 puntos y que se conseguirían en dos años si es que se cumplieran con los mencionados requisitos, entre otros.
El Ministro del Interior, Roberto Maroni, explicó ayer que las oficinas de inmigración evaluaran si se cumplen estos objetivos para renovar el permiso de residencia y en el caso contrario se concederá otro año para conseguir los 30 puntos o se procederá a la expulsión.
No haber cometido delitos, la inscripción en el servicio sanitario nacional, tener un contrato de vivienda y escolarizar a los hijos, también serán centrales para sumar puntos y no ser echado del país.
Esta nueva modalidad para renovar el permiso de residencia se denominaría "acuerdo de integración" y Silvio Berlusconi planea tener lista la propuesta para dentro de un par de meses introducirla mediante un decreto-ley.
Si bien la medida permitiría a los inmigrantes la inscripción en el sistema de salud, acceder a un contrato de vivienda o a cierto tipo de escolaridad que hasta el momento no podían, fue criticada basicamente por los movimientos católicos opositores que consideran que "favorecerá la ilegalidad" de acuerdo a Livia Turco, responsable de Inmigración para el opositor Partido Demócrata (PD).
Turco considera que el proyecto obstaculizará la integración y favorecerá las irregularidades.
La medida prevé que se renueve el permiso de residencia sólo a los inmigrantes que alcancen 30 puntos y que se conseguirían en dos años si es que se cumplieran con los mencionados requisitos, entre otros.
El Ministro del Interior, Roberto Maroni, explicó ayer que las oficinas de inmigración evaluaran si se cumplen estos objetivos para renovar el permiso de residencia y en el caso contrario se concederá otro año para conseguir los 30 puntos o se procederá a la expulsión.
No haber cometido delitos, la inscripción en el servicio sanitario nacional, tener un contrato de vivienda y escolarizar a los hijos, también serán centrales para sumar puntos y no ser echado del país.
Esta nueva modalidad para renovar el permiso de residencia se denominaría "acuerdo de integración" y Silvio Berlusconi planea tener lista la propuesta para dentro de un par de meses introducirla mediante un decreto-ley.
Si bien la medida permitiría a los inmigrantes la inscripción en el sistema de salud, acceder a un contrato de vivienda o a cierto tipo de escolaridad que hasta el momento no podían, fue criticada basicamente por los movimientos católicos opositores que consideran que "favorecerá la ilegalidad" de acuerdo a Livia Turco, responsable de Inmigración para el opositor Partido Demócrata (PD).
Turco considera que el proyecto obstaculizará la integración y favorecerá las irregularidades.
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