Fue, sin duda, una de las mayores tragedias de la inmigración clandestina en la historia de Canarias. La costa de Los Cocoteros, en Teguise (Lanzarote), fue ayer escenario de un acto de homenaje a los inmigrantes que fallecieron hace ahora un año en el naufragio de una patera, que costó la vida a 25 personas, entre ellas 17 menores, por lo que se descubrió un monolito en honor a ellos.
Al acto asistieron, entre otros, la consejera de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, así como la consejera de Inmigración y Participación Ciudadana del Cabildo de Lanzarote, Melisa Páez, y el alcalde de Teguise, Juan Pedro Hernández.
Mayor control
Melisa Páez que descubrió el monolito, solicitó un «mayor control fronterizo» para interceptar las pateras y cayucos antes de que lleguen a las costas del Archipiélago para que «no ocurran este tipo de desastres». Durante el acto de homenaje actuaron varias corales y también se depositaron ofrendas de flores sobre el monolito.
Además, una de las presencias más significativas del acto fue Cristian Hunt, el joven que rescató con vida a seis de los inmigrantes de la patera que naufragó, y al que se se nombró hijo predilecto de Teguise por haber salvado a esas personas de la muerte.
Coincidiendo con el aniversario de la tragedia, hay que recordar que la Fiscalía de Las Palmas ha pedido un total de cincuenta y ocho años de cárcel para cada uno de los tres acusados.
Dos de los acusados lo son por haber patroneado, presuntamente, la embarcación desde la costa africana hasta Lanzarote. Se trata de Youssef Fotohu y Mohammed Sidi, que se encuentran en prisión y fueron dos de los seis supervivientes del naufragio. El otro es Brahim Jbilou, identificado por algunos como el organizador del viaje.
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